Alhambra

¡Quién iba a decir que te extrañaría! Sí… Tus ventanales y calles misteriosas, calles de cuentos y sueños… Sí. De sueños y aventuras que nunca navegué. Nunca dejaré de recorrerte entre tus callecitas, azahar de cítricos, tus Sacro Montes… Aguas aquietadas esperando ser el espejo de nuestros cuerpos… Manuscritos que vaya a saber uno qué dirán, qué suspiros y poemas estarán ahí esperando a ser leídos por pueblos que son un ayer y un presente del arte y de la belleza. Extraño tus rebuscadas figuras y puestas de sol con inmensos paisajes que lo alegran a uno con el sólo hecho de recorrerte y al mismo tiempo disfrutarte en una salida de Tapas con buenos amigos de todas partes del mundo… Alhambra, cómo te extraño… Parasol, también… Ya nos veremos en otra ocasión. Por ahora te veo esta misma noche en cuentos mentales de mis sueños…